martes, 6 de septiembre de 2016

J. M. BERMÚDEZ GRAU


En Ciudad Bolívar existen una calle llamada La Subida del Catorce y una esquina identificada como La Catorcera. Ambas connotaciones han pervivido desde el 14 de septiembre de 1885, asociadas con la fecha de un alzamiento del Comandante de Armas, general Juan Carlos Loreto, Contra el Presidente del Estado, general José María Bermúdez Grau.
El general José María Bermúdez Grau, distinguido militar del liberalismo federal, gobernó el Estado Bolívar en tiempos de Joaquín Crespo y a él se le debe el primer Acueducto que tuvo la ciudad capital, la construcción del Dique y la conversión de la Plaza Mayor en un parque o jardín con exóticos árboles traídos de las Antillas.
         El Contrato para la ejecución de las obras del Acueducto impulsado por una máquina de vapor, aunque fue suscrito entre Ramón A. Mayol, Presidente del Estado Bolívar, en abril de 1883 y el norteamericano Georges F. Underhill, fue a su sucesor inmediato, general J. M. Bermúdez Grau, a quien correspondió la gestión de su ejecución e inauguración. El acueducto comenzó a funcionar en enero de 1884 y su tubería perduró hasta 1945 cuando fue sustituida por el INOS.
         El contrato original pasó después a ser explotado por la firma Bartolomé Tomasi & Cia. Prorrogando por 25 años más en el gobierno del Dr. Luis Godoy. Venció durante el gobierno del doctor José Benigno Rendón.
         Underhill estableció también unos Baños Públicos en el sitio de la Caja de Agua. Pero el alma de toda esa empresa que solucionó el suministro de agua directo a los bolivarenses, servicio que hasta 1884 cumplían los nobles burritos de carga de la capital fue, reconocidamente, el ingeniero norteamericano Harold Jennings, quien trabajó tanto con Underhill como con B. Tomasi.
         Si bien la Plaza Mayor de Angostura fue configurada en tiempos de la colonia cuando se inició el proceso de fundación de la nueva Capital de Santo Tomás de la Guayana y en ella fue inaugurada la actual estatua del Libertador en 1869, no es sino en 1885 y con vista a ser inaugurada el 5 de agosto, Día de Nuestra Señora de las Nueves, patrona de la ciudad, que el Presidente del Estado, general J. M. Bermúdez Grau, la decretó como parque o plaza y comisionó a los doctores José Tadeo Ochoa y José Félix Armas para comprar los árboles en Trinidad. Fueron entonces traídos de las Antillas: 3 Bálsamo del Perú, de los cuales sólo queda el de la Casa del Congreso de Angostura; uno de Manzana del Diablo; varios de Caoba de Santo Domingo así como Cipreses, Higuerones, Acacias y Lirio Africano.
         La Comisión encargada de preparar los festejos de inauguración, estuvo integrada por el Dr. J. M. Emazábel, general  Marcelino Hernández y Rafael Aristeguieta.
         Las periódicas inundaciones del Orinoco comenzaron a frenarse asimismo cuando el 24 de enero de 1885, el Presidente Bermúdez Grau dictó un decreto disponiendo la construcción del entonces llamado Dique de La Laguna, para lo cual designó una Junta formada por Antonio Liccioni, Luis Aristeguieta y el ingeniero Carlos F. Siegert, quien planificó la obra.
         En ese tiempo, Ciudad Bolívar contaba con dos diarios: El Bolivarense que circulaba desde 1880 y vespertino y La Prensa Liberal fundada en junio de ese año bajo la dirección del doctor José Vicente Buroz. No obstante aparecer como Órgano de intereses generales, era un periódico de marcada tendencia gubernamental que muchas veces debatió por su misma posición de compromiso, con El Bolivarense.
         Bermúdez Grau sustituyó a Ramón A. Mayol, en la Presidencia del Estado en abril de 1884, cuando el Consejo Federal, presionado por Guzmán Blanco, eligió al general Joaquín Crespo, Presidente de la República, por dos años.
         El mismo lapso gobernó el general Bermúdez Grau y por disgusto del Comandante de Armas con relación a quien debía sustituirlo, ocurrió el alzamiento el 14 de septiembre de 1885, con saldo de dos muertos
         En ese mismo mes y año había comenzado la campaña electoral del período constitucional 1886-1888, conforme a la Constitución del 27 de abril de 1881. Nacionalmente se postuló la vuelta al Poder por tercera vez de Antonio Guzmán Blanco, y a nivel de la Presidencia del Estado Bolívar se lanzó al general Raimundo Fonseca, dueño de una compañía a la cual el Gobierno Nacional le había otorgado el derecho exclusivo de explotar con vapores el servicio de navegación de cabotaje entre Ciudad Bolívar, Puerto de Tablas y Barrancas así como la exportación de ganado a las Antillas por los puertos del Orinoco y Apure.
         El Comandante de Armas, general Juan Carlos Loreto, quien aspiraba a suceder en la Presidencia al general José María Bermúdez Grau, manifestó violentamente su inconformidad con la candidatura de Fonseca y, al verse disminuida su posibilidad por falta del apoyo del Presidente Bermúdez Grau, resolvió dirimir el asunto de sus aspiraciones por la vía de las armas, imaginando que el Presidente de al República Joaquín Crespo, estaría de su lado.
         El 14 de septiembre a las siete de la noche, alistó a la tropa de la guarnición y en combinación con un contingente de hombres del pueblo, adverso al Gobierno, asaltó la residencia oficial del Presidente J. M. Bermúdez Grau, en la que se hallaba junto con su esposa Isabel Aristeguieta, muy enferma; la madre, tres de sus hijos, el general Raimundo Fonseca, el general Francisco José Gómez; el Presidente del Consejo Federal Dr. Díaz Grafe y el joven de 18 años Ángel Barberii Balán, hijo del general Ángel F. Barbarii, además de varios policías de guardia.
         Al ver rodeada su casa de la empinada calle Amor Patrio haciendo esquina con la calle Dalla-Costa, por civiles y hombres de tropa, el Presidente del Estado comisionó al presidente del Consejo Federal, Dr. Díaz Grafe, para que le comunicara oficialmente del hecho al Comandante de Armas y asumiera su responsabilidad, pero la respuesta fue la siguiente: “Dígale que la parada está tirada, que se rinda o los degüello a todos”.
         Al intentar asaltar la morada presidencial, defendida por policías y amigos en su interior, los atacantes armados fueron dos veces repelidos a sangre y fuego; pero, reforzados para un tercer intento, lograron echar por tierra las puertas de la casa y penetrarla. El presidente Bermúdez Grau y el Gral. Fonseca fueron detenidos y conducidos al Capitolio, sede de la guarnición, mientras el joven Ángel Barberii Balán y el general José Francisco Gómez, heridos, fueron llevados al Hospital, donde murieron, el uno primero y el otro días después.
         Dueño prácticamente de la situación el Comandante de Armas, general Juan Carlos Loreto, llamó a Eduardo Juliá García, miembro del Consejo de Administración, y lo nombró Presidente Provisional, pero al cabo de cuatro días fue desconocido por el Gobierno Nacional que destacó a una fuerza especial comandada por el general Manuel Modesto Gallegos, para someter a los insurrectos y restablecer el orden legal.
         El Comandante de Armas se rindió, pero no se entregó. Abordó al vapor Libertad, con 50 hombres de tropas, su familia más algunos civiles y huyó Orinoco arriba.
         El 8 de septiembre el vapor fue capturado por las fuerzas de Cunaviche en el paso de las Mangas Marrereñas, en el río Arauca, cuando regresaba de El Viento en donde había desembarcado al Gral. Juan Carlos Loreto, su familia, cuatro asistentes y varios civiles. A bordo del vapor cuando fue capturado, sólo venían la tripulación y 50 individuos de tropa con sus respectivas armas, al mando del oficial Pedro Hernández.
         El General Manuel Modesto Gallegos, quien tenía del Gobierno nacional, la buena pro para construir 10 leguas de línea telegráfica entre Ciudad Bolívar y el interior del Estado, quedó después del suceso, como Comandante de Armas del Estado y en la alocución dirigida por el Presidente Bermúdez Grau a los guyaneses destaca los méritos y el tino de este militar al poder someter a los insurrectos sin derramamiento de sangre.
         Las únicas víctimas de este suceso que el pueblo bautizó como La Catorcera, nombre que también recibió la esquina, fueron el joven Angel Barberii Balán y el Gral. Francisco José Gómez. Un mes después murió pero a causa de la enfermedad que padecía, Isabel Aristeguieta, esposa del Presidente Bermúdez Grau, y un hermano de ésta, Luis Aristeguieta. Atravesaba el Presidente del Estado Bolívar una negra racha, pues una semana luego del golpe había muerto también en Cumaná su hermano Eufemio Bermúdez.
         La Prensa Liberal dedicó una edición especial a las dos únicas víctimas del 14 de septiembre. Poemas y artículos literarios llenaron la edición No. 63 del 23 de septiembre, calzados con las firmas de intelectuales liberales de la época, entre ellos, Juan José Navarro, J. Gervasio Guillén, Ramón Luigi, I. Pereira Alvarez, H. Coulander, Julián Mendoza, Ignacio Maiz, Eugenio Calzadilla, José Mejías, Ramón Natera, Juan Farreras, Pedro Alejandro Reyes y Onofre Pereira.


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