El
Convento de San Francisco que había sido transformado en Fortaleza por el
Gobernador Tiburcio de Aspe y Zúñiga (1677-1682), tuvo su debut como tal en
1682 contra una invasión corsaria francesa procedente de Martinica que había
tomado a Trinidad y apresado al Gobernador ya al final de su mandato. El fuerte
todavía era vulnerable y los corsarios franceses estuvieron dominando el
Orinoco hasta 1685 con la colaboración aparente de indios Caribes.
Evidenciada la impotencia del Fuerte
San Francisco para contener las invasiones, se imponía la necesidad de
implantar otras fortificaciones al borde del Orinoco. El Gobernador (1690-1696)
Francisco de Meneses navegó el curso del río buscando un lugar estratégico y
por primera vez se posan los ojos del colonizador en la Angostura del Orinoco.
La estrechura del Orinoco en esa parte donde moran cerros en ambas riberas,
resultaba ideal para la fortificación y en ese sentido se levantó un informe y
se formuló el requerimiento sin éxito alguno.
Hasta 1711 que Cristóbal Félix Guzmán
asumió la Gobernación de la provincia de Guayana, no se había vuelto a tocar el
tema de la fortificación del Orinoco. Este Gobernante propuso al Rey Felipe V,
sucesor de Carlos II, la construcción a sus expensas de una ciudad fortificada
en la Angostura a cambio del grado de Coronel y de la Gobernación de la
Provincia de Cumaná durante el lapso de diez años, pero tampoco tuvo respuesta
favorable.
El 1724, sin embargo, siendo Gobernador
de Guayana Martín Pérez de Andar, el Rey Felipe V ordenó la construcción de un
Fuerte en Angostura, pero dos años después hubo de desistir atendiendo a otras
recomendaciones que apuntaban hacia la Isla de Fajardo por estar más próxima a
Santo Tomás. Al final el Rey creyó que era más conveniente divorciar a la
provincia de Guayana de la Real Audiencia de Santo Domingo para que desde estas
posiciones se facilitara la fortificación del Orinoco con mayor acierto y
sabiduría.
Así ocurrió, y en 1731 se le concedió al
Coronel Carlos de Sucre y Pardo, recién designado gobernador de Cumaná y quien
lo había sido de Cartagena de Indias y de Santiago de Cuba, la facultad de
escoger el sitio para construir un nuevo Fuerte. No obstante, Sucre Prefirió
reconstruir el San Francisco haciéndolo menos – expugnable.
En diciembre de 1740, siendo Gobernador
de Cumaná y Guayana, Gregorio Espinoza de los Monteros, piratas ingleses al
mando del capitán Waterhouse, invadieron y pusieron a prueba la Fortaleza y el
San Francisco nuevamente cayó bajo el peso de las descargas. Por última vez los
ingleses volvían al asalto, pero con mayor furia dado que no sólo destruyeron
lo que sobrevivía de la noble Santo Tomás, sino también incipientes misiones
como la de Suay, Santa Bárbara y San Miguel de Unata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario