jueves, 15 de diciembre de 2016

JOSÉ FELIPE DE INCIARTE


Militar y funcionario español de origen vasco que gobernó la provincia de Guayana entre 1797 y 1810 cuando los angostureños se sumaron momentáneamente al 19 de Abril. Recibió a Humboldt y Bonpland al final de su expedición científica por el Orinoco y Río Negro.
         El recorrido y estudio hecho por Inciarte del Bajo Orinoco en 1779, pesó para que lo nombrasen Gobernador de la Provincia en 1797 y se mantuviera por un largo lapso de trece años (1797-1810).
         De manera que a Inciarte le tocó inaugurar el siglo diecinueve en Guayana. Fue anfitrión del barón Alejandro de Humboldt y Aimé Bonpland, cuando tras explorar el Orinoco y Río Negro descansaron en Angostura durante un mes.
         Ambos científicos quedaron impresionados de la ciudad capital. La encontraron encantadora, con casas de piedra y mampostería, altas y agradables, empinadas frente a un río surcado por curiaras y piraguas que alborotaban caimanes en tiempos de crecida. Los exploradores, después de tanto desandar ríos y desentrañar bosques y montañas arrancándoles las más raras muestras botánicas, apreciaron una ciudad de seis mil habitantes azotados por periódicas nubes de mosquitos que despegaban de una pintoresca como singular Laguna, y por fiebres malignas que los doctores y boticarios aplacaban con preparados de miel y amargos extractos de quina.
         Cuando Humboldt y Bonpland llegaron a Angostura en 1800, la Catedral se hallaba sin Obispo y cubriendo su falta estaba el vicario José Bentura Cabello. No será sino en diciembre del año siguiente cuando llega Monseñor José Antonio García Mohedano para morir en el ejercicio de su apostolado tres años después (1804).
         El teniente coronel don Felipe Inciarte, trató de secularizar las misiones de los capuchinos y no obstante los esfuerzos hechos para poblar el Bajo Orinoco y acelerar la realización de planes en función del desarrollo económico de la región, tuvo poco éxito debido a la falta de apoyo por parte de España. De allí que su administración resultara opaca y criticada por el descontento colectivo. Ante los ojos de algunos historiadores, don Felipe Inciarte aparece como administrador poco eficiente. Sobregirado siempre, dejó la hacienda con una deuda cercana a los cinco millones de reales y esto, evidentemente, produjo descontento e intrigas que precipitaron su renuncia a raíz de los acontecimientos revolucionarios iniciados en Caracas el 19 de abril de 1810 y que rápidamente repercutieron en Guayana.
         Permaneció en Guayana hasta finales de 1810 cuando fue destinado a la gobernación de Florida.



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