El
Licenciado Francisco Antonio Zea abdicó el cargo de Vicepresidente y Juan
Bautista Arismendi, nombrado inmediatamente para sustituirlo, fue llevado en hombros
desde su prisión hasta el Congreso, titulándose en sus proclamas y decretos
Capitán General de los Ejércitos de Venezuela.
Uno de sus primeros decretos consistió en
estatizar la producción de los cueros de ganado vacuno, principal artículo de
exportación de entonces. De igual manera decretó el reconocimiento a los
soldados extranjeros de los mismos derechos que a los naturales; dispuso el
arrendamiento del privilegio de la venta
de Ron nacional y sustituyó al General José Francisco Bermúdez por el General Santiago
Mariño en el mando del ejército de Oriente.
A las tres de la madrugada del 11 de
diciembre, llegó a Angostura la gran noticia: el Libertador tras el
sorprendente triunfo de Boyacá y liberación de la Nueva Granada, venía en
camino. A esa misma hora el vecindario se movilizó para tributarle el más
caluroso recibimiento. La calle por donde iba a pasar se adornó de flores y
palmas y el Gobernador de la plaza, Nicolás Pumar, con varios oficiales, fue a
recibirlo a dos leguas fuera del Puerto. Luego que se avistó el buque en que
venía, la Escuadrilla que salió a recibirlo disparó una salva que siguió la de
la Plaza al poner el Libertador pie en tierra a las diez de la mañana donde lo
esperaba una Diputación del Congreso, el Comandante General de la Provincia con
su Estado Mayor, Generales, Jefes y oficialidad residentes en la Plaza, la
Municipalidad y un lúcido acompañamiento de vecinos y extranjeros. Por la noche
hubo un banquete e iluminación general de la ciudad.
El día 14 al mediodía, el Congreso lo
recibió en sesión extraordinaria y Bolívar informó de su marcha contra el
Ejército de Occidente, a cuyo frente se hallaba el General Pablo Morillo, con
fuerzas superiores. Informó de las dificultades climáticas y muchos otros
obstáculos que hubo de vencer para liberar a doce provincias de la Nueva
Granada en menos de tres meses y las ventajas que produciría a la República la
libertad de la Nueva Granada, que venía a complementar la de Venezuela.
Recomendó al Congreso el mérito de sus compañeros de armas y la decisión del
pueblo granadino de ser libre y vivir en una nueva República compuesta de Nueva
Granada y Venezuela.
El discurso de Bolívar fue respondido
favorablemente por el Presidente del Congreso y el diputado por Margarita
doctor Domingo Alzurú, quien concluyó así su largo discurso: “Honorables
Legisladores: Estad ciertos que por mucho que hagamos para manifestar podremos
recompensar dignamente a un Héroe que nos ha dado Patria, vida y Libertad”.
Ese mismo día Bolívar lanzó una
proclama a los Bravos Soldados de la Legión Irlandesa y dos días después Juan
Bautista Arismendi envió al Congreso su renuncia a la Vicepresidencia del
Estado.
Bolívar pasó por alto la disidencia de
Arismendi e hizo que el Congreso le pasase una nota reconociéndole sus
servicios y le nombró General en Jefe de las Provincias de Oriente, pero
reemplazó al General Santiago Mariño por el General Carlos Soublette y despachó
a Margarita a los Generales Juan Bautista Arismendi y Francisco Esteban Gómez.
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